La Ley 15/2015, de 2 de julio, de Jurisdicción Voluntaria libera a los jueces de tareas que no son estrictamente jurisdiccionales y abre las puertas a la posibilidad de que los cónyuges puedan separarse o divorciarse acudiendo al notario a otorgar una Escritura pública, siempre y cuando sea “un divorcio de mutuo acuerdo”.